La construcción de esta urbanización empezó en 2005 durante los años dorados de la burbuja. Iban a construirse un campo de golf, un hotel, un centro comercial y más de 1.200 viviendas. Cuando las obras se paralizaron en 2008, solo se había construido el campo de golf y la mitad de las casas y, siete años más tarde, la gran mayoría de ellas siguen vacías. Además, el Tribunal Superior de Galicia ha declarado ilegal el proceso de expropiación, así que el ayuntamiento tendrá que indemnizar a los afectados con unos 25 millones (cinco veces su presupuesto anual), poniendo al municipio en una situación económica muy comprometida.