Durante el último siglo, su población se había mantenido estable alrededor de los 1.000 habitantes. Pero en el intento de convertirse en la tercera ciudad de Aragón se proyectaron más de 15.000 viviendas para albergar a 45.000 nuevos vecinos. Pero aunque la población ha aumentado hasta los 5.000 habitantes, también hay casi mil viviendas vacías. Solo en esta urbanización se iban a construir alrededor de 2.500 viviendas, pero solo se llegó a terminar un bloque de 39 viviendas, de las que no están ocupadas ni la mitad.