En un intento de retener a la población joven en el municipio, Alcorcón apostó por la construcción de vivienda protegida. Aquí, de las casi 9.500 viviendas previstas, unas 8.400 lo eran. Unas 6.000 se han construido, pero más de la mitad están desocupadas. De las viviendas libres no hay rastro, y de los equipamientos sociales previstos no se ha levantado casi nada. Debido a la fiebre promotora del ayuntamiento, la deuda municipal ha escalado en los últimos años hasta más de 600 millones de euros. Y no se ha terminado. En 2013 se aprobó la construcción de más de mil nuevas viviendas protegidas en el norte del municipio.