Cuando se inauguró en 2006, después de una inversión de 440 millones de euros, la concesionaria esperaba unos 20.000 vehículos diarios, pero la realidad evidenció que esa previsión no era más que una fantasía y la compañía se declaró en concurso de acreedores en 2011. El escaso tráfico ha ido disminuyendo con los años hasta alcanzar el mínimo histórico en 2014, cuando pasaron por ella 859 vehículos al día. Por esta estación de servicio pasan tan pocos coches que los empleados aparcan sus coches en el área de repostaje.