¿Cuánto sabes de la Guerra Civil Española?

Efectivamente, antes del golpe de Estado algunas milicias falangistas y requetés carlistas utilizaron tácticas terroristas. Para generar un clima convulso encontraban apoyo en otros grupos como monárquicos o mercenarios a sueldo de la oligarquía terrateniente, además de elementos del Ejército (Unión Militar Española) y de las fuerzas de seguridad públicas. En el año 36, antes de la guerra, murieron unas 500 personas en situaciones violentas en España. Casi todas las víctimas eran personas de izquierdas.

Sí, fue en Badajoz donde los campesinos ocuparon las fincas siguiendo el llamamiento de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra. Aquí te damos ocho claves para comprender las ocupaciones de las tierras de Extremadura. Con la entrada de las tropas franquistas, este tipo de ‘atrevimientos’ fueron duramente castigados por los rebeldes en todo el país: varios miles de personas acabaron pasadas por las armas en lo que se conoce como la masacre de Badajoz.

¡Correcto! Participaron voluntarios de hasta 54 nacionalidades distintas. La más numerosa fue la francesa: hasta 10.000 hombres participaron en la Guerra Civil Española junto al Ejército de la II República. En total, eran cerca de 60.000 brigadistas de los que murió una cuarta parte. Una de las unidades más conocidas fue el Batallón Abraham Lincoln, procedente de Estados Unidos.

La política colonial española sufrió un revés incontestable en 1921 con la derrota conocida como ‘desastre de Annual’ ante soldados rifeños al mando de Abd el-Krim. A partir de ahí, un grupo de militares se curtió en una salvaje reconquista dejando un listado de veteranos ‘africanistas’: Emilio Mola, Francisco Franco, José Enrique Varela, Gonzalo Queipo de Llano, José Millán-Astray… Más tarde, la táctica de terror y masacre usada contra las tribus del Rif sirvió para afrontar el ‘exterminio’ del rival ideológico en España.

¡Has acertado! En la masacre de la carretera Málaga-Almería, conocida también como “La Desbandá”, entre el 7 y el 8 de febrero de 1937, murieron entre 3.000 y 5.000 refugiados que huían hacia Almería, ciudad bajo el control del Ejército Republicano. La marabunta desplazó a unas 300.000 personas, según una última investigación. El drama humanitario fue causado por el ataque por tierra, mar y aire contra población indefensa en una acción conjunta de tropas franquistas, alemanas e italianas.

¡Así es! La batalla más larga y sangrienta de la guerra civil fue la del Ebro. También el frente en el que más combatientes participaron, con ofensivas republicanas, contraofensivas franquistas, bombardeos, luchas encarnizadas... Se llama así porque tuvo lugar en el cauce bajo del valle del Ebro entre julio y noviembre del año 38.

¡Has acertado! CNT tenía casi 1,6 millones de militantes. UGT tenía algo menos de 1,5 y CCOO todavía no existía. La Confederación Nacional del Trabajo, de ideología anarcosindicalista, era el principal referente del movimiento obrero español antes del estallido golpista, la guerra civil y la dictadura franquista.

Exacto. En zonas republicanas surgieron comités antifascistas en Cataluña, Valencia, Aragón… eran entidades administrativas para ejercer el control y que, en alguna ocasión, como el de Ibiza, anunció en bandos dirigidos “a todos los ciudadanos” la búsqueda de “fugitivos”. Prohibían facilitar apoyo (“auxilio, alimentación, vestido, etc) a los “fascistas”, de lo contrario: “Los infractores del presente BANDO serán castigados con penas severísimas, que podrán oscilar entre multa y pena de muerte”.

Correcto. El número de presos políticos que el régimen franquista utilizó como mano de obra forzada y gratuita supera los 400.000. De estos trabajadores esclavos hicieron uso multitud de empresas, tanto públicas como privadas, y las hay que actualmente cotizan en el Ibex35. Era una táctica simple: la explotación económica de los vencidos como “botín de guerra”. Al contrario que en otros países, nunca nadie pidió perdón a las víctimas por lo ocurrido.

Tantos. Alrededor de 35.000 menores fueron evacuados del país bajo el temor de la represión de los rebeldes. La penuria económica, la agitación social, el clima bélico… eran ingredientes determinantes. Algunas familias decidían embarcar a sus hijos en estos inciertos viajes tantas veces sin retorno. Otros niños viajaban solos, huérfanos. En muchos países se constituyeron grupos de apoyo y de recibimiento de refugiados en lo que constituye uno de los mayores exilios infantiles de la historia contemporánea.

Estás en lo cierto. La cifra de personas que se acogió a esta experiencia colonizadora superó las 50.000. Familias al completo tomaban la maleta y sus escasas pertenencias al amparo de una idea estatal: convertir tierras de secano en regadío. Y para eso hacían falta braceros, mano de obra que llegó para ayudar en una transformación agrícola con la que el franquismo pretendía hacer frente a la situación de autarquía o de necesario autoabastecimiento.

Has dado en el clavo. Una decena de poblaciones sigue homenajeando con sus topónimos al franquismo o a figuras clave del alzamiento militar y la guerra civil pese a la prohibición expresa del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica. Son los casos de Villafranco del Guadiana (Badajoz), Villafranco del Guadalhorce (Málaga), Águeda del Caudillo (Salamanca), Alberche del Caudillo (Toledo), Guadiana del Caudillo (Badajoz), Llanos del Caudillo (Ciudad Real), Bembézar del Caudillo (Córdoba), San Leonardo de Yagüe (Soria), Quintanilla de Onésimo (Valladolid) y Alcocero de Mola (Burgos).

Así es. Cuando a un preso le iban a ‘dar el paseo’, significaba que sería dirigido ante el pelotón de fusilamiento. Luego, por lo normal, acababan arrojados a una fosa, un enterramiento ilegal. Otro eufemismo de esos asesinatos o ejecuciones sumarias era ‘saca’. España es la segunda fosa común más grande del mundo tras Camboya. Con el ‘paseo’ o las ‘sacas’ de detenidos, unas 150.000 personas siguen siendo desaparecidos forzados según la legislación internacional.

Tanto como eso. La represión de género tuvo un carácter especial. No era una fijación casual de los rebeldes sino una estrategia incluso más allá de usar el cuerpo de la mujer como ‘campo de batalla’. Aquellas que osaron cuestionar el orden social establecido tenían seguro el paso por duras prácticas represivas, tantas veces en un formato extremo. Pero no sólo ellas. Ser hija, madre, hermana o esposa de personas afines a ideologías de izquierdas era ‘delito’ suficiente. Los testimonios orales han transmitido historias de verdadero terror en pueblos repartidos por cualquier rincón del país.

El general sublevado Emilio Mola soltó la frase el 19 de julio de 1936, poco después del estallido golpista. Una diáfana incitación al exterminio ideológico del militar considerado como el cabecilla o “director” del golpe de Estado que, con su fracaso, provocó la guerra civil española.

Así es. La soflama genocida la expulsó el autoproclamado “virrey de Andalucía”: Gonzalo Queipo de Llano. El ‘africanista’ actuó sin vacilación como jefe militar del sur de España, territorio clave en el triunfo fascista en la guerra. Convirtió la zona bajo su influencia en un auténtico matadero que dejó más de 600 fosas comunes y decenas de miles de ejecutados sólo en suelo andaluz.

En efecto. El general Francisco Franco decía tal cosa en una entrevista que recoge el libro ‘Palabras de Caudillo: 19 de abril de 1937 - 31 de diciembre de 1938’ aludiendo a la figura del poeta Federico García Lorca, asesinado por golpistas. La respuesta completa fue: “Se ha hablado mucho en el extranjero de un escritor granadino, se ha hablado mucho porque los rojos han agitado este nombre como un señuelo de propaganda. Lo cierto es que en los momentos primeros de la revolución en Granada, ese escritor murió mezclado con los revoltosos, son los accidentes naturales de la guerra. Granada estuvo sitiada durante muchos días, y la locura de las autoridades republicanas, repartiendo armas a la gente, dio lugar a chispazos en el interior, en alguno de los cuales perdió la vida el poeta granadino”.

Estás en lo cierto. El Winnipeg era un barco de carga de origen francés que el 4 de agosto de 1939 zarpó del puerto de Pauillac con rumbo a Chile. Arribó a Valparaíso el 2 de septiembre del mismo año tras una dura travesía atlántica.

¡Respuesta correcta! Miles de refugiados españoles penan hacinados en campos de concentración franceses y en condiciones de ‘vida’ miserables. Ante la catástrofe humanitaria, el poeta chileno Pablo Neruda encabeza una operación de salvamento en la que el barco llamado Winnipeg es un elemento fundamental.

¡Perfecto! El exilio español arrastró a cientos de miles de personas y, entre ellos, numerosos dirigentes. Caso del que fuera Presidente de la Segunda República Española, Niceto Alcalá-Zamora. El inicio de la guerra sorprendió al político conservador en Noruega y no regresó, por temor a represalias. Vivió en Francia y el estallido de la II Guerra Mundial le hizo emprender un nuevo viaje, esta vez hasta Argentina, donde quedó hasta el final de sus días.

Sí, fueron 18. Un número no desdeñable que refleja un periodo muy movido en asuntos políticos y sociales. La Segunda República vivió tres gobiernos diferentes: el primer bienio reformista, un segundo conocido como ‘bienio negro’ o rectificador y, en el 36, el efímero Gobierno del Frente Popular. La reivindicación de libertades colectivas y de derechos laborales enfrentaban otra visión radicalmente opuesta de la realidad que se vestía de un contexto social y económico conservador y cosido a las oligarquías dominantes.

¡Exacto! La última reunión fue en París. Las instituciones republicanas emanadas de la Constitución de 1931 continuaron representando al país en el exterior. Y, como la sublevación militar y luego la guerra civil habían roto el desarrollo de las sesiones parlamentarias, las Cortes iniciaron un proceso itinerante que finalizó en la capital francesa.